

El radón es un gas radioactivo muy perjudicial para la salud que procede del suelo, ya que se forma de manera natural por la desintegración del uranio.
La capacidad del gas radón para extenderse y acumularse en el interior de las casas hace que afecte sin darse cuenta.
Gracias a la colocación de láminas anti-radón, la concentración de gas radón será mínima en cualquier espacio interior.
Descripción
El radón es un gas radioactivo, totalmente imperceptible, que entra en hogares, colegios, hospitales y cualquier edificio de manera natural y sin que se note. Las consecuencias de convivir con él son nefastas para la salud.
Las vías más habituales de entrada de gas radón en una vivienda son: la cámara de aire, el encuentro con fachadas o muro, los materiales de la envolvente, las juntas de dilatación, grietas, encuentro con pilar, encuentro con elementos pasantes y escaleras abiertas.
La Membrana Anti-Radón está formada por 2 capas de aluminio y 2 de espuma de polietileno (de 2 mm de espesor cada una) que actúan como barrera frente a la entrada de gas radón en el interior de cualquier edificio o vivienda.
Las capas de aluminizado son las que reducen la exposición al gas radón, mientras que las de polietileno protegen a las de aluminio por ambos lados para que no se rompan o perforen.
Las láminas se unen entre sí mediante un cordón de butilo de 6 mm que garantiza su impermeabilidad.
Además de la lámina en sí y del cordón de butilo, existen 2 componentes clave en este sistema: una arqueta estanca y un accesorio para el paso de instalaciones.
Es importante recordar que ambos accesorios siempre irán sellados con el cordón de butilo, que será el encargado de garantizar la estanqueidad del conjunto.
La lámina anti-radón está diseñada para reducir la entrada de gas radón en viviendas y edificios. La barrera de protección se coloca tanto en obras nuevas como en reformas, bloqueando así la subida del radón hacia el interior de las estructuras.
La barrera de protección contra el gas radón debe colocarse sobre soporte uniformes, secos y limpios, retirando arenas o piedras que pueda dañar la membrana anti-radón.
Cuando el soporte esté listo, desenrollar la lámina sobre el suelo y comprobar que no haya grietas ni agujeros. La lámina anti-radón se coloca sobre el hormigón de limpieza y antes de aplicar el hormigón del cimiento.
Las láminas anti-radón se unen entre sí a través de solapes, por lo que cada membrana presenta una zona en todo el lateral para realizar el sellado.
En caso de no verter hormigón encima de la lámina, se debe colocar cinta de butilo entre la lámina y la pared o muro, para crear un cierre hermético.
Una vez desenrolladas las láminas, se coloca el cordón de butilo de 6 mm en una de las membranas y a continuación se sitúa encima la otra lámina, haciendo coincidir las zonas de solapes.
El cordón de butilo garantiza la impermeabilidad de las láminas al gas radón, sellando todas las juntas y evitando fugas.
El sellado con cinta de butilo se produce mediante compresión, realizando presión con un rodillo sobre ambas láminas anti-radón solapadas.
Es fundamental que todas las uniones, solapes y puntos singulares estén completamente sellados con el butilo para evitar que el gas radón ascienda hacia el interior de la vivienda.
La lámina anti-radón puede colocarse tanto en construcciones nuevas como en rehabilitaciones, reduciendo la ascensión del gas radón.
En obra nueva la lámina se integra en la cimentación, mientras que en reformas se coloca en contacto con el suelo.
El gas radón también puede entrar en casas o edificios a través de grietas en pisos, juntas estructurales, alrededor de tuberías... por lo que se recomienda utilizar complementos adecuados como arquetas estancas o accesorios de estanqueidad.
La membrana anti-radón puede colocarse en:
Para instalar la membrana anti-radón son necesarios los siguientes elementos:
- Las láminas anti-radón, propiamente dichas.
- Cordón de butilo de 6 mm.
- Arqueta estanca, con marco y tapa fijada con tornillos (contiene junta estanca para una mayor fijación).
- Accesorio para el paso de instalaciones (tubo PVC + 2 accesorios base para un sellado hermético).
- Cinta adhesiva para un mejor sellado.
La forma de colocar la lámina anti radón dependerá de si se habla de cubiertas, fachadas o suelos.